En el marco del Gran Premio de Azerbaiyán, Fernando Alonso ha compartido sus pensamientos sobre la mala suerte que ha enfrentado en la temporada actual de Fórmula 1. Durante una rueda de prensa celebrada en Bakú, el piloto de Aston Martin se mostró reflexivo respecto a las circunstancias que le han costado puntos valiosos en el campeonato. En particular, se refirió a un incidente ocurrido en Monza, donde una piedra dañó la barra de suspensión de su coche, lo que le obligó a abandonar la carrera.
Alonso comentó que, tras el incidente, se le informó que el problema no se debió a un fallo de producción, sino a un evento desafortunado. «Me lo dijeron el lunes o el martes después de la carrera. Sabía que no era por el piano, fue solo un fallo en suspensión. Si la causa no fue un problema de producción o control de calidad, obviamente es mejor, porque eso es solo mala suerte, una piedra», explicó el asturiano.
El piloto también destacó que, a pesar de la adversidad, es importante mantener una perspectiva positiva. «Siempre estará expuesto a objetos externos que puedan afectar al coche. Pero creo que es uno entre diez millones de casos, así que esperemos que en diez millones de carreras tenga otro fallo como ese», añadió con un toque de ironía.
### Reflexiones sobre la Temporada y el Futuro
Alonso no solo se centró en su mala suerte, sino que también reflexionó sobre su trayectoria en la Fórmula 1 y cómo ha lidiado con situaciones similares en el pasado. Recordó su tiempo en Alpine, donde también enfrentó abandonos en momentos críticos. «Recuerdo 2022, cuando el coche no estaba tan mal, el Alpine, y éramos competitivos. Y tuve los abandonos, siempre en las carreras en las que iba a terminar 5.º o 6.º», comentó.
El piloto asturiano mencionó que, hasta ahora, ha perdido alrededor de 22 puntos en la temporada actual debido a circunstancias fuera de su control. «Es una pena que no podamos terminar las carreras por méritos propios cuando estamos en la zona de puntos. Y luego, cuando vamos lentos, porque no somos competitivos, normalmente todo va bien hasta que bajamos la bandera a cuadros y no sumamos puntos», lamentó.
Alonso también se mostró optimista sobre el futuro, esperando que el próximo año su equipo tenga un coche competitivo que le permita sumar puntos de manera consistente. «Mientras el año que viene tengamos un buen coche, tendremos suerte. No pedimos buena suerte, pero la suerte normal está bien», afirmó.
### Cambios en la Fórmula 1 y el Futuro de los Coches
En la misma rueda de prensa, Alonso fue cuestionado sobre los cambios que se avecinan en la Fórmula 1, especialmente en relación con los coches de 2026. Se le preguntó si los pilotos tendrían más influencia en la regulación de la energía eléctrica en los nuevos modelos. Alonso expresó su incertidumbre, pero también su deseo de que los coches sean más interactivos para los pilotos.
«Creo que sí, creo que no lo sé. Tenemos que esperar a ver cómo rinden los coches y lo difíciles o fáciles que son de conducir. Pero sí, echo de menos la época en que teníamos más libertad en la cabina para cambiar los parámetros o el rendimiento del coche», reflexionó.
El piloto recordó cómo, en el pasado, los pilotos podían jugar con las revoluciones del motor y ajustar su rendimiento durante las carreras. «Antes, solíamos jugar un poco con las revoluciones del motor, ciertas vueltas por fin de semana teníamos la máxima potencia. Luego se introdujo el ERS y teníamos seis segundos de libertad para jugar con eso», explicó.
Alonso concluyó que, aunque los coches actuales son más automáticos, espera que en el futuro haya más oportunidades para que los pilotos tengan un papel activo en la gestión del rendimiento del vehículo. «No sé si el año que viene tendremos alguno de ellos. Para mí, todavía parece demasiado automático. Así que el coche está en modo de recta o en modo de máxima carga aerodinámica automáticamente y la energía se distribuye de forma más o menos automática», comentó.
Con estas reflexiones, Fernando Alonso continúa demostrando su pasión por la Fórmula 1 y su deseo de competir al más alto nivel, a pesar de los desafíos que enfrenta en su carrera.