A medida que las personas envejecen, es común que experimenten dificultades para ver de cerca, un fenómeno conocido como presbicia o vista cansada. Este problema visual, que se manifiesta generalmente a partir de los 40 años, ocurre cuando el cristalino del ojo se vuelve más rígido y pierde su capacidad de cambiar de forma con facilidad. Aunque existen diversas soluciones como gafas, lentes de contacto y cirugía, un nuevo tratamiento basado en gotas oftálmicas ha surgido como una alternativa prometedora que podría reducir la dependencia de las gafas.
### La Innovación en el Tratamiento de la Presbicia
Recientemente, en el 43.º Congreso de la Sociedad Europea de Cirujanos de Catarata y Refractivos (ESCRS), se presentaron los resultados de un estudio que involucró a 766 pacientes. Este estudio reveló que la mayoría de los participantes lograron leer entre dos y tres líneas adicionales en la tabla de Jaeger, utilizada para medir la visión cercana, tras el uso de un colirio especialmente formulado. Lo más sorprendente es que esta mejora se mantuvo durante un período de hasta dos años.
La investigación fue liderada por la Dra. Giovanna Benozzi, del Centro de Investigación Avanzada en Presbicia de Buenos Aires, quien destacó la importancia de ofrecer una alternativa no invasiva para aquellos pacientes que no son candidatos a cirugía. Según la Dra. Benozzi, «existen pacientes con presbicia que no tienen más opción que usar gafas, y queríamos proporcionar una solución farmacológica eficaz y cómoda».
El tratamiento en cuestión se basa en dos principios activos: la pilocarpina y el diclofenaco. La pilocarpina actúa contrayendo la pupila y el músculo ciliar, lo que mejora el enfoque a diferentes distancias. Por otro lado, el diclofenaco, un antiinflamatorio no esteroideo, se utiliza para mitigar los efectos secundarios de la pilocarpina. Los pacientes que participaron en el estudio recibieron las gotas dos veces al día, con una tercera dosis opcional si era necesario.
### Resultados Prometedores y Consideraciones
Los resultados del estudio fueron alentadores. Una hora después de la primera aplicación, los pacientes mostraron una mejora media de 3,45 líneas en la tabla de Jaeger. La visión cercana mejoró en todos los grupos de tratamiento, y los beneficios se mantuvieron durante un promedio de 434 días. En el grupo que recibió pilocarpina al 1%, el 99% de los pacientes alcanzó una visión cercana óptima, mientras que el 83% mantuvo una buena visión a los 12 meses. En los grupos que recibieron pilocarpina al 2% y 3%, el 69% y el 84% respectivamente, lograron leer tres o más líneas adicionales.
Los efectos adversos reportados fueron generalmente leves, incluyendo visión borrosa temporal (32%), irritación ocular (3.7%) y cefalea (3.8%). Es importante destacar que ningún paciente abandonó el tratamiento y no se registraron complicaciones graves como aumento de la presión intraocular o desprendimiento de retina.
El profesor Burkhard Dick, presidente electo de la ESCRS, comentó sobre los resultados del estudio, señalando que aunque son prometedores, el diseño limitado del mismo requiere cautela. «La pilocarpina puede causar efectos secundarios con el uso prolongado, y los antiinflamatorios no esteroides tópicos también presentan riesgos. Se necesitan estudios multicéntricos y a largo plazo para confirmar su seguridad y eficacia», advirtió.
A pesar de estas consideraciones, el estudio sugiere que las gotas oftálmicas con pilocarpina y diclofenaco representan una alternativa farmacológica segura y eficaz, que podría ampliar las opciones disponibles para el tratamiento de la presbicia. Aunque no eliminan por completo la necesidad de corrección visual en todos los pacientes, sí reducen significativamente la dependencia de las gafas de lectura, lo que podría mejorar la calidad de vida de muchas personas que sufren de este problema visual.
La presbicia es un fenómeno natural del envejecimiento, y aunque no se puede detener, contar con opciones innovadoras como estas gotas oftálmicas podría cambiar la forma en que se aborda este desafío visual en el futuro. La investigación en este campo continúa, y es probable que en los próximos años veamos más avances que ofrezcan soluciones efectivas y no invasivas para quienes enfrentan dificultades para ver de cerca.