En los últimos años, el modelo de pago conocido como ‘compre ahora, pague después’ (BNPL, por sus siglas en inglés) ha ganado una popularidad sin precedentes en el comercio electrónico y minorista. Este método, que permite a los consumidores realizar compras y pagarlas en cuotas sin intereses, ha transformado la forma en que las personas adquieren productos y servicios. A medida que las plataformas de tecnología financiera se expanden, el BNPL se ha convertido en una opción atractiva, especialmente para los jóvenes consumidores que buscan flexibilidad financiera.
### La Transformación del Consumo
El auge del BNPL no es simplemente una tendencia pasajera; representa un cambio significativo en la cultura de consumo. Desde la pandemia, más de 500 millones de usuarios en todo el mundo han adoptado este método de pago, que se estima que generará transacciones globales superiores a 510.000 millones de euros para 2025, con un crecimiento proyectado del 13,7% respecto al año anterior. Este crecimiento es impulsado por la facilidad de uso y la accesibilidad que ofrece a los consumidores, quienes pueden diferir pagos pequeños sin necesidad de recurrir a créditos convencionales.
La mecánica del BNPL es sencilla: al momento de realizar una compra, el cliente puede optar por pagar en cuotas, generalmente comenzando con un primer desembolso y continuando con pagos regulares en las semanas o meses siguientes. Este sistema no solo beneficia a los consumidores, sino que también resulta atractivo para los comerciantes, quienes ven un incremento en sus ventas al atraer a compradores que, de otro modo, podrían no tener acceso a crédito.
En España, el BNPL se ha consolidado rápidamente, con plataformas como Zinia, lanzada por el Banco Santander, y otros servicios de financiación que permiten a los consumidores pagar a plazos por productos y servicios. Según un estudio de Kantar, un 58% de los consumidores españoles ha utilizado este sistema al menos una vez, y un 40% lo hace de manera recurrente para financiar compras menores a 500 euros. Esto refleja una tendencia creciente hacia la adopción de métodos de pago alternativos, especialmente entre los millennials y la Generación Z.
### Riesgos y Regulaciones en el Horizonte
A pesar de su popularidad, el modelo BNPL no está exento de riesgos. El Banco de España ha advertido que esta modalidad puede generar una falsa sensación de ahorro, lo que podría llevar a un sobreendeudamiento. La falta de percepción del BNPL como un crédito convencional puede resultar en que los consumidores no presten la debida atención a la información proporcionada durante el proceso de compra. Esto es especialmente preocupante dado que pueden aplicarse comisiones por impago y otros cargos adicionales si los consumidores no cumplen con los plazos de pago.
El crecimiento del BNPL ha llamado la atención de los reguladores, quienes reconocen la necesidad de establecer un marco normativo más robusto. Actualmente, existe un vacío legal en relación con los créditos de bajo importe, que son comunes en el BNPL. Sin embargo, se espera que la nueva directiva de la UE sobre créditos al consumo, que entrará en vigor en 2026, aborde estas preocupaciones al incluir todos los contratos de crédito por debajo de 200 euros. Esto obligará a las plataformas de BNPL a cumplir con estándares más altos de transparencia y protección al consumidor.
El futuro del BNPL parece prometedor, con proyecciones que indican que para 2030, los métodos de pago alternativos, incluido el BNPL, representarán el 82% de las transacciones en línea a nivel mundial. Este cambio no solo transformará la forma en que los consumidores realizan sus compras, sino que también redefinirá el paisaje del crédito al consumo, ofreciendo nuevas oportunidades y desafíos tanto para los consumidores como para los prestamistas.
A medida que el BNPL continúa creciendo, es crucial que los consumidores sean conscientes de los riesgos asociados y que los reguladores implementen medidas adecuadas para proteger a los usuarios. La combinación de tecnología financiera y un marco regulatorio sólido podría permitir que el BNPL se convierta en una herramienta útil para la gestión financiera, en lugar de un riesgo potencial para los consumidores.