El acceso a la pornografía en línea se ha vuelto cada vez más común entre los adolescentes, y un reciente estudio ha revelado que aproximadamente el 25 % de los niños de entre 12 y 13 años consume este tipo de contenido. Este fenómeno plantea serias preocupaciones sobre la salud mental de los jóvenes, ya que el uso problemático de la pornografía (UPP) se ha asociado con un aumento en los niveles de ansiedad, depresión y otras conductas adictivas. La investigación, que abarcó a cerca de mil adolescentes y jóvenes de entre 16 y 24 años, encontró que el 52 % de los participantes eran mujeres, lo que sugiere que el problema afecta a ambos géneros, aunque con diferencias en la prevalencia y la forma en que se manifiesta.
La investigación fue presentada en el último congreso de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) y liderada por Gemma Mestre-Bach, psicóloga e investigadora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Este estudio es significativo porque examina la relación entre el UPP y otros trastornos mentales, un área que ha sido poco explorada hasta ahora. Los resultados indican que los jóvenes que presentan UPP no solo experimentan mayores niveles de ansiedad y depresión, sino que también son más propensos a involucrarse en otras conductas adictivas, como el consumo de alcohol, el juego patológico y el uso excesivo de videojuegos.
### La Relación entre UPP y Trastornos Mentales
Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio es que el UPP puede coexistir con otros trastornos mentales, lo que complica el diagnóstico y el tratamiento. La SEPD señala que, a pesar de la creciente evidencia sobre el impacto negativo del UPP, los principales manuales de diagnóstico, como el DSM y la CIE, aún no lo reconocen como un trastorno mental en sí mismo. Sin embargo, la última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) ha comenzado a abordar el tema al incluir el trastorno de la conducta sexual compulsiva, que abarca el uso problemático de la pornografía.
Investigaciones anteriores han establecido vínculos entre el UPP y condiciones como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno por juego de apuestas (TJ). En estos casos, la presencia simultánea de ambos trastornos se asocia con una mayor gravedad del TJ y un consumo más elevado de sustancias. Esto sugiere que el UPP no solo es un problema aislado, sino que puede ser parte de un espectro más amplio de dificultades psicológicas que afectan a los jóvenes.
Mestre-Bach destaca que los varones son más propensos a desarrollar UPP que las mujeres, y que los adolescentes son un grupo especialmente vulnerable. Se estima que entre el 1 % y el 38 % de los adultos y entre el 5 % y el 14 % de los menores de edad podrían desarrollar un patrón de uso problemático de pornografía. Esto resalta la necesidad de una mayor atención y recursos para abordar este problema en la juventud.
### Estrategias de Intervención y Tratamiento
El tratamiento del UPP presenta desafíos únicos, especialmente cuando se presenta junto con otras adicciones. La SEPD advierte que la coexistencia de diferentes conductas adictivas puede afectar negativamente la eficacia del tratamiento y complicar su evolución. Por ello, es esencial diseñar programas de intervención que sean específicos y de carácter integral, adaptados a las necesidades de los jóvenes y que aborden tanto las adicciones comportamentales como los trastornos mentales asociados.
A pesar de la creciente preocupación por el UPP, la investigación sobre su tratamiento sigue siendo limitada. Sin embargo, algunos estudios sugieren que la terapia cognitivo-conductual podría ser efectiva para abordar la sintomatología del UPP y mejorar la calidad de vida de los afectados. Esta terapia podría ayudar a reducir síntomas co-ocurrentes, como la depresión, aunque se necesita más investigación para establecer conclusiones sólidas.
La identificación del trastorno principal es crucial en el proceso terapéutico. Determinar si el UPP o una afección mental asociada debe ser priorizada puede influir en el éxito del tratamiento. La necesidad de un enfoque multidisciplinario que contemple tanto la salud mental como las adicciones es evidente, y se requiere un esfuerzo conjunto de profesionales de la salud, educadores y familias para abordar este creciente problema entre los jóvenes.
En resumen, el uso problemático de la pornografía entre los adolescentes es un fenómeno que no puede ser ignorado. Con un número creciente de jóvenes afectados, es fundamental que se implementen estrategias efectivas de prevención y tratamiento que aborden tanto el UPP como sus consecuencias en la salud mental. La colaboración entre diferentes sectores de la sociedad será clave para enfrentar este desafío y proteger el bienestar de las futuras generaciones.