Cuando una persona mayor comienza a perder sus capacidades autónomas, es común que los familiares piensen en una residencia de ancianos en Málaga. Incluso, hay casos en donde son los mismos pacientes quienes toman esta decisión importante. Esto se debe a que en dichos centros pueden tener la asistencia de personal altamente calificado, además de la disponibilidad de servicios básicos, así como de algunos lujos.
Sin embargo, no todas las personas que ingresan a las residencias para ancianos son dependientes, también hay quienes desean vivir en compañía de personas de las mismas edades y con atención directa en caso de una emergencia.
Aunque existen varias razones para entrar a un centro de ancianos, cada ingreso debe cumplir con ciertos requisitos generales, para ello se debe tener en cuenta que la legislación autonómica puede variar. Los siguientes representan los principales requisitos para ingresar a una residencia:
1. Tener más de 65 años
Es cierto que mientras más pasan las décadas, más aumenta la esperanza de vida, es decir si miras dos décadas atrás una persona de 50 años era considerada muy mayor. Sin embargo, eso ha cambiado en nuestra era. Actualmente, es casi imposible pensar que una persona de 55 o 60 pueda ser considerada como anciana.
Es por ello que la edad para ingresar a una residencia en España puede variar según la Comunidad Autónoma. No obstante, generalmente se sostiene que para ingresar a una residencia para ancianos la persona debe tener más de 65 años de edad. En caso de solicitar su ingreso a la edad de 60 años, sus familiares o ella misma debe presentar pruebas de dependencia moderada o severa.
2. Estar empadronado
Esto hace referencia a que la persona candidata para recluirse en un centro para ancianos, debe presentar documentos que validen su residencia en el municipio donde esté ubicado el centro para ancianos.
3. Designación de persona dependiente
Para ingresar a una residencia de ancianos, la persona debe ser declarada con grado I dependencia moderada, grado II dependencia severa o grado III gran dependencia. Esto significa que el paciente ha perdido autonomía y requiere de asistencia la mayor parte del día para realizar actividades básicas. Es por ello que a partir de los 60 años es cuando se determina el nivel de dependencia que ha adquirido una persona.
Es importante destacar que muchas de las residencias privadas no piden este requisito para el ingreso a sus instalaciones. Sin embargo, en algunos centros privados y en los públicos es necesario la designación de persona dependiente. En este caso, el paciente debe tener los siguientes requisitos, que deben ser avalados tanto social como médicamente:
- La persona presenta limitación física, psíquica o intelectual.
- Presenta incapacidad para realizar las tareas cotidianas por sí mismo.
- Requiere asistencia de una tercera persona.
4. Documentación pertinente
La ley estipula de forma obligatoria la creación y firma de un contrato de servicios cuando una persona decide ingresar de manera definitiva a un centro geriátrico. Este contrato es obligatorio para residencias públicas o privadas, ya que este documento segmenta las obligaciones y derechos de las partes firmantes.
Pero antes del contrato, el paciente debe cumplir con los requisitos antes mencionados además de los siguientes documentos:
- DNI de la persona que realiza el ingreso en la residencia de ancianos.
- DNI del familiar o tutor responsable del paciente.
- Número de cuenta bancaria.
- El Código de Identificación Personal, CIP, o tarjeta sanitaria.
- Receta electrónica, que incluya la hoja del tratamiento con el nombre del fármaco, la dosis y el tiempo que debe administrarse dicho tratamiento.
- Informe médico, el cual deben incluir el historial social de la persona que ingresa a la residencia.
